- 7 feb 2023

VEGA SICILIA y el 40º aniversario de la compra de la bodega por la familia Álvarez

El 10 de noviembre fue la fecha elegida para una celebración muy especial, el 40 aniversario de la compra de Vega Sicilia por parte de la familia Álvarez. Y el escenario elegido para la ocasión ha sido un lugar no menos singular, el Asador Etxebarri, situado en Axpe, en el Valle de Atxondo (Vizcaya), donde la exquisita cocina de Bittor Arguinzóniz acompañó con brillantez a 32 etiquetas emblemáticas.

TEXTO & CRÓNICA · Ana de Castro Zoppetti · FOTOS · TEMPOS Vega Sicilia

Una cata memorable, presidida por Pablo Álvarez, CEO de Vega Sicilia, en la que el punto fuerte fue la cata de 24 añadas de Vega Sicilia Único, la más joven, de 2013 y la más antigua, de 1942. Pero no sólo eso, durante el aperitivo, también se pudo disfrutar del prometedor blanco Deiva 2021. Posteriormente, el almuerzo comenzó con una cata a ciegas de dos blancos: el húngaro Petracs 2019 y el francés Leflaive Puligny Montrachet Clavoillon 2019.

Tras la mencionada cata de las 24 añadas de Vega Sicilia Único, la siguiente sorpresa fueron las añadas 2018 y 2005 mágnum de Valbuena 5º. Ya en los postres y para fin de fiesta, dos vinos dulces de Oremus, Aszú 5 Puttonyos 2013 y Eszencia 2011. ¡Indescriptible! Y es que en 2022 se han cumplido cuarenta años desde que el 15 de abril de 1982 David Álvarez firmara ante notario, para más señas en el madrileño restaurante Zalacaín, la compra de Vega Sicilia. Una adquisición a la que llegó por casualidad o de rebote, ya que fue el intermediario de la familia Neumann Svaton para vender la bodega.

Un poco de historia

TEMPOS Vega Sicilia nace en 1982 de la mano de la familia Álvarez, su actual propietaria, cuando adquiere la mítica bodega de la Ribera del Duero a la que se le irían sumando, a lo largo de los años, el resto de firmas. Los Álvarez definen un proyecto empresarial que se basa en dos ejes fundamentales: la calidad del producto como elemento de garantía en las distintas añadas, y la dedicación al cliente como elemento referencial en su actividad diaria.

En estos 40 años, la familia Álvarez ha convertido Vega Sicilia en la casa madre de unas etiquetas únicas y reconocidas en todo el mundo, ha mejorado de forma indiscutible su calidad y ha recuperado gran parte de la viña que Eloy Lecanda, fundador de la bodega, plantó a mediados del siglo XIX.

Asimismo, ha impulsado notablemente la expansión internacional del grupo, TEMPOS Vega Sicilia. Porque uno de los grandes desafíos de la familia Álvarez al llegar a Vega Sicilia fue impulsar decisivamente su expansión internacional. De hecho, la bodega vendía en 1982 unas 200.000 botellas y exportaba a cinco países, y ahora Tempos Vega Sicilia puede producir en torno 1,5 millones de botellas al año entre todas sus bodegas, y vende un 70% de su producción en más de 140 países. Siempre en función de las cosechas y de las exigencias de la calidad del grupo. Por eso se puede decir que después de estos 40 años tiene una dimensión internacional que nunca tuvo.

TEMPOS Vega Sicilia

Además de Vega Sicilia, el grupo ha fundado cuatro bodegas: Alión en 1991, Tokaj Oremus en 1993, Pintia en 2001 y Bodegas Benjamin de Rothschild & Vega Sicilia en 2009. Este año también acaba de anunciar la creación de una quinta, Deiva, todavía en gestación.

Alión

Dispone de un total de 130 hectáreas de terreno disgregado en tres grandes bloques. Por un lado, 70 hectáreas ubicadas en la propia finca de Vega Sicilia; en segundo lugar, dispone de 30 más en el término de Padilla de Duero, localidad en la que está situada la bodega; y las 30 hectáreas restantes, se sitúan en la cercana localidad de Pesquera de Duero.

Alión tiene su origen en una cuidada selección de terrenos repartidos por distintas zonas de la denominación de origen. El objetivo es la obtención de un vino representativo de lo mejor de la Ribera del Duero, manteniendo los criterios de gestión de la viña que emanan de Vega Sicilia. Suelos de diferentes características que se complementan entre ellos para dar lugar a una diversidad cualitativa en la misma variedad de uva, la tinto fino.

Tokaj Oremus

Los viñedos de Oremus, situados en Hungría, viven en un clima continental, pero son justamente las influencias climáticas extremas las que contribuyen al desarrollo de una riqueza aromática inigualable en las distintas variedades de uvas.

La bodega cuenta con 120 hectáreas de viñas, de las que casi la mitad están plantadas con la variedad furmint empleada para la elaboración del blanco seco Mandolás y Petracs, así como para los distintos vinos dulces de la casa: Oremus Late Harvest, Oremus Aszú y Oremus Eszencia.

Pintia

En 1995 la nueva apuesta se centra en Toro, otra de las denominaciones de origen que baña el Duero, pero que está situada cien kilómetros río abajo.

La bodega empieza a comprar todo el viñedo viejo que encuentran disponible, eligiendo los páramos de San Román de Hornija, una zona de canto rodado formada por los depósitos del Duero desde tiempos inmemoriales. La construcción de la bodega se culmina en 2006. Al igual que Alión, Pintia es un vino ‘único’, ya que no existe segunda marca, lo que garantiza que siempre será el mejor vino posible que pueda elaborarse conforme a las condiciones naturales de la cosecha.

Bodegas Benjamin de Rothschild & Vega Sicilia

Cuenta con 98 hectáreas de viñedo en propiedad. Todas están situadas en las faldas de la Sierra Cantabria, al norte del río Ebro, repartidas entre los municipios de San Vicente de la Sonsierra, Labastida, Ábalos y Elvillar.

Son parcelas de tamaño pequeño, en terrazas altas sobre suelos pobres de carácter arcillo-calcáreo. La variedad predominante es la uva tempranillo, la única utilizada para la elaboración de Macán y Macán Clásico. El clima es suave, con carácter atlántico e influencias de corrientes mediterráneas y continentales.

Bodegas y Viñedos Deiva

La nueva bodega, situada en la Denominación de Origen Rías Baixas, se dedicará a la elaboración de vinos blancos a partir de uva albariño. Deiva se construirá en Crecente y ya están compradas 24 hectáreas de viñedo y terrenos, fundamentalmente en Condado de Tea, en la parte alta del río Miño; en El Salnés, en torno a Cambados, O Grove y Sanxenxo; y en el propio Crecente. La inversión será aproximadamente de unos 20 millones de euros entre viñedo y bodega.

La decisión de abrir una nueva bodega en Galicia se tomó hace unos años al considerar que la albariño es probablemente la gran variedad blanca española y que en las Rías Baixas tiene una personalidad única. La bodega elaborará dos vinos: Deiva y Arnela, que será el premium. La primera cosecha está prevista para 2023 o 2024. El objetivo es alcanzar una producción total de 300.000 botellas con los dos vinos, siempre en función de la calidad de las cosechas.

Calidad y pasión por la viña

En una emotiva carta entregada a los asistentes a esta ‘cata histórica’, Pablo Álvarez refleja a la perfección lo que es el alma de Vega Sicilia. “Vega Sicilia ha sido, es y será la fuente de inspiración para todos nuestros proyectos, los creados y los que vendrán. La calidad llevada absolutamente a todo: a cada paso en la viña, a cada paso en la elaboración de los vinos, a cada paso en la atención a nuestros miles y miles de clientes en todo el mundo".

"Tenemos en nuestros seis proyectos, 650 hectáreas de viña, que son la base de todos y cada uno de los vinos que elaboramos. Viñedos respetados como a cualquier ser vivo y cuidados con profesionalidad, con amor y sentido común que es el más común de los sentidos. La viña ha sido nuestra obsesión durante 40 años y lo sigue siendo. La viña es lo más grande y hermoso que tenemos y sin ella nada sería posible”.

Su grandeza y calidad es lo que ha llevado a TEMPOS Vega Sicilia a convertirse en un referente no sólo de los grandes vinos españoles, sino también del resto del mundo. Unas bodegas míticas y legendarias que tras estos 40 años continúan escribiendo nuevos capítulos de la historia vinícola española, sumando proyectos y creando vinos extraordinarios para alegría y disfrute de los más exigentes.